El chef José Ramón Castillo, que obtuvo por cuarta vez el reconocimiento en Francia como uno de los mejores chocolateros del mundo, mantiene el compromiso de utilizar los sabores tropicales de producción colombiana, en conjunto con su cacao.
Con el nuevo concepto de chocolatería “evolutiva”, Castillo incorpora la guasca en los bombones. Aunque esta hierba es utilizada para el ajisco, un plato colombiano salado, afirmó para el medio que esta innovación se puede adaptar bien a la repostería.
El lulo y el maracuyá son ingredientes indispensables si se acoplan correctamente a esta nueva técnica que tiene sus precedentes en Qué Bo!, una tienda repostera ubicada en el país natal de este chocolatero.
La experimentación es su emblema, y lo evoca desde México para este nuevo local, que abrió sus puertas en enero, donde cada ingrediente generará una nueva experiencia degustativa a los comensales colombianos, garantizando bajos costos.
En Factor Cacao no sólo se encontrarán bombones, también podrán pedir de una infusión ligera a base de cacao con añadiduras de clavos y canela, que es presentado como una bebida refrescante.
En el mundo de este local, el cacao es el rey, pero no por esto se limita a las dulzuras que se pueden hacer con este ingrediente. Los clientes podrán probar un sándwiches de peperoni, con jamón de pavo y de pierna de cerdo, que puede ser marinado con una bebida a base de chocolate, para crear la conexión con la esencia de Factor Cacao.
Barras macizas de chocolates de diversos porcentajes, son las primeras entradas que ofrece este nuevo establecimiento; además, tienen unos cuadraditos que combinan una lámina de chocolate cubierta de frutos secos, y por último, las propuestas de trufas con ingredientes como la achira acompañado de esculturas comestibles, bañadas con una laca de manteca de cacao son la innovación.
La contribución con la producción nacional se extiende desde el negocio hasta la labor social, al punto de crear un convenio con los productores que se encuentran dentro de las zonas de conflictos colombianas, para fungir como surtidores de la materia prima más importante: el cacao.
La novedad es el color, su sello personal, donde Castillo expresa a través de la coloración de los bombones su identidad. Otra de las metas de este chef mexicano es marcar tendencia en el mundo chocolatero a través de sus baños espejos, que genera la refracción, un método que permite a los clientes verse reflejados en la cubierta del dulce.
Los precios en Factor Cacao son competitivos en relación al estándar internacional. Los postres se pueden consumir con un costo de 0,50 dólares americanos hasta 17 dólares americanos.