Uno de los mayores prejuicios que se hace a la comida vegetariana es que no se come bien, cuando la realidad está totalmente ajena a este pensamiento. De hecho, existen múltiples platos vegetarianos, que son servidos en grandes restaurantes alrededor del mundo, convirtiéndose en toda una experiencia culinaria.
Una de las preparaciones más reconocidas en el mundo, gracias a la cocina árabe es el Falafel. Esas tiernas bolitas o tortitas elaboradas a base de ingredientes humildes y básicos (garbanzo, ajo, cebolla y cilantro), siendo una recetas más sabrosas de la cocina vegetariana. Encerradas en pan de pita y guarnecidas con tomate y hojas verdes es como se sirven en muchos de los países del Medio Oriente que se disputan su origen.
Las sopas son una gran opción para los vegetarianos, porque permiten combinar una gran cantidad de vegetales, a los cuales se pueden añadir arroz, pasta, frijoles o tofu, para crear un plato que puede constituir una comida completa en sí mismo. Algunas de las recetas favoritas de sopas para vegetariano son la crema de brócoli y la sopa de hongos.
Por supuesto, en el mundo vegano no podemos dejar de lado su plato más identificable, con las ensaladas, quizás, la opción más útil y saludable de la cocina vegetariana. Algunas de las más populares son la ensalada fría de quinoa, así como la ensalada templada al wok con queso azul y frutos secos.
Las pastas son una opción muy utilizadapor los vegetarianos, porque son fáciles de preparar y se puede improvisar casi con cualquier alimento que tengas en la despensa o en el refrigerador. Entre las más reconocibles están la sencilla pasta con berenjenas y albahaca, canelones de acelga.
Unas milanesas de carne o de pollo pueden ser irresistibles para cualquier persona, pero para los vegetarianos son fácilmente sustituibles, con las clásicas milanesas de soja caseras, las originales milanesas de lentejas, y las livianas milanesas de berenjena.
El mundo vegetariano ofrece múltiples alternativas para creer, conocer y probar. Incluso no es necesario verlo como un tabú exclusivo para las personas que siguen esta forma de alimentación, sino que incluso se puede alternar entre una opción y otra, para comprobar que se puede comer bien, y sanamente.