La ciudad francesa de Lyon desea recobrar su fama en el mundo culinario para renovar el título de capitanía mundial de gastronomía, tras exponer su fusión sobre el arte de la cocina y salubridad pública, en un nuevo proyecto que impulsan los diferentes chefs de la región.
Lyon, una pequeña ciudad al sureste de Francia, reúne los emporios más importantes para mantener un negocio culinario: empresas de sanidad, y cocina tradicional. Esta ciudad ya ha obtado por el título de capitanía mundial de gastronomía en varias oportunidades.
El turismo gastronómico es uno de los sustentos de la región, por los 6 millones de visitantes anuales que reciben, de los cuales 30% son extranjeros.
Cada año, Lyon crea innovadores eventos culinarios que presentan nuevas formas de hacer cocina. En 2017, iniciaron sus agendas de actividades con la nueva edición del Salón Mundial de la Hostelería y la Restauración, en el cuál fue evaluado el Food service de más de 480 marcas pertenecientes a 130 países.
Estas ferias de exposición se realizan cada dos años, y representan una manera de conocer las tendencias del desarrollo industrial y artesanal para los próximos años en el sector hotelero, rubro importante en el turismo gastronómico.
Dos de las características que identifican a esta ciudad son la gran cantidad de restaurantes, y la preferencia en productos de la región. El arraigo por la cultura culinaria de Lyon motivó a postularla como “la Ciudad Internacional de la Gastronomía”, centro de investigaciones y reuniones, donde se intercambiarán conocimientos que enlazan la salud, la nutrición y la gastronomía.
Esta capitanía mundial de gastronomía, fungiría como centro de experimentación para unir la salubridad pública, y cada novedad culinaria; además, su misión estaría enfocada en apoyar la investigación de las variables culinarias que afectan al ambiente.
El chef Regis Marcon, ganador de tres estrellas Michelin y defensor de la propuesta, afirmó que “no será solo un museo. La idea es que sea algo vivo, que el visitante no se limite a mirar, que pueda probar”.
Se debe recordar que en esta capital nacieron algunos de los principales platos de la gastronomia francesa como la Soupe à l’oignon gratinée, mejor conocida como una sopa de cebolla gratinada. De hecho, esta ciudad fue nombrada patrimonio inmaterial de la humanidad por la Unesco, gracias a su gastronomía.
Marcon mencionó que la cocina de Lyon es un emblema nacional, gracias a los chefs más conocidos de Francia, que representaron a estas tierras, como es el caso de George Blanc, Jean Fleury y el más conocido de todos, Paul Bocuse.
Este proyecto da cabida a nuevas aristas sobre la innovación gastronómica con relación a la salud, enfoque que mejorará los planteamientos regionales en beneficios de sus comensales. También se deben ahorrar más recursos, luego de la ley impuesta por el gobierno francés en 2016, para impedir la destrucción de los alimentos que no se vendan.
Esta pequeña ciudad francesa cuenta con más de 2.000 restaurantes, 90 chefs que han sido premiados con la estrella Michelin, más las 58 denominaciones de origen, acreditan a la ciudad como una buena opción para ser la ganadora.