Una cepa que no discrimina en su preparación pura o combinada, se destila un morado intenso donde se resalta su calidad, y al destaparse, impregna el salón de un aroma a arándanos y ciruelos.
El mundo vitícola suele confundirse con la poesía, o versos que evocan recuerdos. En el caso del malbec, su composición representa el equilibrio entre la acidez y frescura, que por criarse en un clima templado, le otorga al morapio notas florales, complejidad y elegancia.
El maridaje ideal de este vino con amplio reconocimiento mundial es la carne en filete, asado o incluso, en tacos con carne. El principal representante gastronómico de Argentina resulta ser un buen compañero para un distinguido vino argentino.
De joven, el Malbec se reconoce en el paladar por un sabor muy frutado, mientras que en su etapa de envejecimiento contiene sabores complejos como el tabaco, la pimienta, canela o cuero a causa del roble donde se cría y se madura.
Su concentración y taninos suaves le han otorgado un día dedicado al Malbec, donde la nación suramericana y sus diversas industrias enológicas muestran un poco de su orgullo producto de exportación cada 17 de abril.
El Malbec es reconocido por muchos como un vino cómodo al paladar, no disgusta, no regaña y tal vez sea el vino más empático, para aquellos que les desagrada los tánicos en abundancia. Esta es una de las diferencias más marcadas en comparado con el Cabernet Sauvignon: su carácter.
El vino francés marca un intenso sabor frutado al pasar el sorbo, que compagina con su acidez, que sigue siendo intenso.
Las verduras como los tomates, pimientos, zapallo italiano y cebolla se mezclan bien con un vino Malbec de acompañante, ya que la acidez del morapio armoniza con la acidez natural de esos vegetales. También se puede incorporar en esta lista al platillo de vegetales más famoso en toda Europa: el Ratatouille.
El Malbec es usado como complemento para mejorar el cuerpo, el color y la calidad de otros vinos más débiles, pero también se puede usar para contrastar los sabores del Cabernet Sauvignon, Merlot, Bonarda y Syrah.
La categoría de vinos Malbec más reconocida son los que se producen en Mendoza, pero Argentina es considerada como la joya de producción del Malbec más refinado del mundo.