La batata o camote como se le conoce en algunos países, es una “prima hermana” de la papa, que se diferencia por sus múltiples beneficios vitamínicos, su color y su suave cáscara al sancocharse.
La batata es un alimento que se puede consumir asado, cocido, sancochado, al horno, hervido, y frito; pero es recomendable evitar la ingesta de este producto en su estado natural, ya que mantiene toxinas activas. Sus ventajas son diversas, sobre todo por su gran cantidad de hidratos de carbono complejos, conocidos como almidones y su alta porción energética, obtenida de sus elevados niveles de azúcares.
Este es un tubérculo ideal para niños, personas en constante movimiento o también para convalecientes; pero si sufre de resistencia a la insulina, es necesario limitar su consumo por el mismo motivo por el cual se genera la energía: los azúcares.
La batata es el tubérculo más recomendado, en comparación con la papa, por su bajo contenido de calorías y su generosa cantidad de antioxidantes, que ayuda al cuerpo a eliminar las toxinas. En el caso de utilizarlo como parte de una dieta, es preferible prepararlas al horno o al vapor para evitar agregar calorías extra que genera la grasa al freírse.
Su sabor dulce se produce por la elevada cantidad de azúcar, que se intensifica mientras más cerca esté el ecuador de la zona de cultivo. Existen más de 400 variedades de batata, que se distinguen por el color de su piel, su carne y su textura, que suele ser suave o áspera; además, este tubérculo se divide en tres clases diferentes: piel roja o rosada y carne blanca.
Curiosamente, se cree que la mayor producción se encuentra en América Latina, pero China es el principal productor de batatas en el mundo; aunque la mayoría de estos cultivos están destinados para el consumo animal. El invierno es la época de cosecha para las principales especies de batata, ya que su siembra no requiere cuidados rigurosos.
Es un alimento que se usa en la repostería por su dulzura natural, y el truco para incrementar su sabor caramelizado es cocinarla a baja temperatura.
Un postre ideal, que armoniza el sabor de sus ingredientes es la fusión del chocolate blanco y la batata, para crear un brownie que dejará una textura cremosa, jugosa y tierna en el paladar. Además, proporciona un placer a los sentidos con solo mirarlo, olerlo y probarlo, gracias a su suave sabor.
Para una receta sencilla que sirva como plato fuerte del día, se necesitará jamón cocido, ciruelas pasas deshidratadas y unas cuantas batatas grandes. Lo principal es sancochar las batatas con su piel, ahuecar y rellenarlas con los ingredientes. Por último, se colocan en el horno, para que todos los sabores se integren, y ya estaremos listos para disfrutar de la degustación del día.