Alimentos pecaminosos: Engordan, pero son necesarios

Muchos alimentos considerados como “engordantes”, tienen beneficios sobre todo a nivel de minerales y vitaminas, así como de fibras o ácidos esenciales. Como todo en la vida, no se recomienda, eso sí, abusar de ellos, sino que deben incluirse en una dieta variada y de ingesta moderada.

Los quesos. Ciertamente son muy grasos, sobre todo en grasas saturadas de origen animal, por lo que conviene no abusar de ellos. Pero eso no implica en que sea un alimento del que haya que huir, todo lo contrario: son muy ricos en proteínas de alta calidad y nos aportan numerosas vitaminas como la importantísima vitamina D, la K2 o el retinol. Además nos proveen de calcio y zinc.

Otro alimento a considerar son las papas. Si son fritas, pueden ser una bomba calórica, pero también suponen un aporte de fibra vegetal y de potasio, magnesio, hierro y calcio. Destacan en el campo de las vitaminas, ya que nos aportan vitamina A, C, B12, D y B6. Un plato de judías verdes con papas, por ejemplo, además de rico y apetitoso, es de lo más completo que puede haber. Sobre todo si le añadimos unas fetas de panceta para aportar la grasa y la proteína.

En el caso de las frutas, está la banana. Peculiar por su textura y su alto contenido en hidratos de carbono, que no grasas, de las que carece. No obstante, supone un gran aporte de energía inmediata para aquellas personas que vayan a hacer un deporte intensivo, así como de potasio, que ayuda a mantener el tono y la contracción muscular. Tiene además fibra, siempre necesaria, y con efecto laxante. Por otro lado, cuando está madura, aporta sustancias astringentes que pueden ayudar a personas con problemas gástricos. En el campo de las vitaminas, aporta provitamina A, vitamina C y ácido fólico, fundamental para prevenir anemias.

Se puede destacar además la palta. En lugar de aportar azúcares, su principal fuente de calorías son las grasas, además presenta el aceite de oliva y que interviene en los niveles del llamado colesterol bueno o HDL, que es el que llega a las células para su consumo, evitando deponerse en las arterias. Es también rico en potasio -evita los calambres al mantener el tono muscular- y magnesio y pobre en sodio. Aporta además pro-vitamina A o betacaroteno, vitamina E, mejorando el sistema cardiovascular; y varias vitaminas del grupo de las B como la B6 o Piridoxina, importante en el mantenimiento del sistema nervioso.

Algunas combinaciones que quizá no sabía que se puedan usar con las lentejas con naranjas, ideales para vegetarianos. En el caso de las personas que sufren de anemia, funcionan muy bien porque las lentejas aportan hierro y la naranja es rica en vitamina C.