Gastronomía exótica: Una experiencia culinaria para los más osados

Tijuana, frontera entre Estados Unidos y México, es un claro ejemplo de lo que suele ser una experiencia exótica. Un lugar donde suele ser común ver en un mismo restaurante, personas de ambas nacionalidades, mezclados por un bagaje cultural que los une.

A la mayoría de los estadounidenses los lleva la curiosidad y el apetito. Ya sea para probar la cocina mexicana por primera vez o por revisitar un destino generalmente asociado con las noches de juerga desmedida en ‘La Revu’ (el sobrenombre de la avenida Revolución), una de las calles más emblemáticas de la ciudad, en la que el folclore y los retratos se alternan con restaurantes y galerías independientes que han dado una nueva vida a la zona.

Gran parte de la experiencia se centra en la cocina callejera o street food, buen ejemplo de la multiculturalidad que hay en la ciudad, donde sobresalen los emparedados de carne asada con mucho guacamole y salsa picante, o los famosos tacos característicos de México.

La norma general de un buen restaurante es ofrecer un servicio óptimo al cliente, donde éste último siempre tenga la razón. Sin embargo, hay lugares como Sukiyaki, el famosísimo restaurante japonés ubicado en el barrio San Telmo, donde atiende Ito San, un anfitrión (y chef, y mozo, y cajero…) malhumorado que te reta si haces las cosas mal o hasta te dice qué tenés que comer y qué no.

La fórmula de la recomendación del día va más allá de una simple sugerencia, sino que el japonés hace referencia a un plato en específico que puede gustar al cliente, quien puede tomar con humor este gesto, provocando sonrisas en el lugar.

Hay a quien le gusta comer a la luz de las velas, pero en Francia van más allá, pues hay lugares donde se come a oscuras completamente, por lo que toca aprender y a confiar en los sentidos para así apreciar las bondades de la comida francesa.

Si se es un aventurero por naturaleza y el vértigo no le intimida, seguro disfrutará del servicio conocido como ‘Dinner in the sky’, donde el servicio estará suspendido a unos 50 metros de altura del suelo, mediante una grúa, en una mesa para 22 comensales, un camarero y un chef. Los valores de las comidas o cenas van desde los 8 mil dólares para ocho personas.

Incluso hay un restaurante en China donde la especialidad de la casa son los penes de cualquier animal. Tiene una gran cantidad de variedades: de burro, de perro, de serpiente y de foca, entre otros. Según la creencia china estos alimentos incrementan la potencia sexual. Portales web aseguran que el más solicitado es el de foca canadiense que cuesta unos 300 euros.

En Estados Unidos tiene marcada importancia en las ventas la comida rápida, pero en Chandler, Arizona, hay hamburguesas donde las camareras están vestidas como enfermeras hot; pero lo realmente importante es que hay unos platos fritos en grasa de cerdo y llegan a tener hasta 8000 calorías. Si el cliente pide un cuádruple by-pass (con cuatro hamburguesas) y lo termina, lo llevan hasta su automóvil en silla de ruedas.