La sazón es un símil de lo que representa la pintura en el arte. Cocinar con gusto es un gesto sublime, sofisticado y sobretodo delicado, ya que esto determinará si se ofreció una buena degustación o sólo comida desechable. Pensar que un pollo a la plancha le faltó sal, pude ser un “sacrilegio” para la gastronomía, pero no existe nada que no se pueda arreglar.
Dicen que la práctica hace al maestro, y si se ejercita la constancia, la musa del arte culinario llegará para remendar esos desaciertos en cuanto a sazón se refiere.
El primer error en la cocina es desestimar el uso de la sal; aunque en algunos casos, las recetas médicas destierran la incorporación de este condimento a las comidas. Sin importar las limitaciones, existen otros métodos para impregnarle sazón a la comida, como sofreír las especias o las hierbas en aceite caliente, para que suelten parte de su esencia en la sartén.
Si las especias exceden la cocción requerida, podrían opacar el sabor del ingrediente principal; la idea es dejarlas a fuego lento hasta que empiecen a oler con su distintivo aroma. La cebolla, el tomate y el ajo son los ingredientes más usados para preparar un sofrito, que servirá de base en la condimentación de otros vegetales o carnes.
Las verduras a la plancha son una buena opción si deseas un sabor intenso, que contraste con un plato principal más intenso aún. La regla generalizada es que cualquier alimento pasado por las brasas siempre tendrá un toque especial.
Macerar es la clave de todos los sabores que podemos encontrar en nuestras preparaciones. Adobar con tiempo podría eliminar sabores indeseados, y un ejemplo de una maceración necesaria se aplica para la berenjena y su amargo sabor; la intervención de la sal por casi una hora puede ablandarla, y además, eliminar los tonos amargos que destila esta verdura normalmente.
Otra ventaja de macerar, es que la pieza quedará más suave y por ende, se reducirá el tiempo de cocción.
El vino de cocina es la mano derecha que potenciará los sabores en tu cocina, y le otorgará nuevos sensaciones también, ya que elimina la simplicidad de un plato y lo transforma en una delicadeza de plato. Es recomendable usar un vino blanco para carnes como el pollo, pescado y cerdo.
Los sabores ácidos y picantes son opciones ideales para aquellos que buscan una experiencia intensa a la hora de comer.
El limón representa lo ácido, mientras que el ají picante promociona el picor en las papilas gustativas; algunas versiones del ceviche contienen esta mezcla tan particular, es por esto que este plato crea diversas experiencias sensoriales al paladar.
En el caso de querer eliminar el exceso del sabor ácido en las comidas, el azúcar es tu aliada. Si tienes un guiso, o una salsa de tomate que absorbió todo el sabor de la piel, una cucharada de azúcar modificará y mitigará ese sabor desagradable.
Estos son algunos de las claves para una cocina con sabor; si tienes trucos para mejorar tus recetas no dudes en aplicarlas, ya que la inventiva, la creatividad y la acción son la base de la cocina moderna.
Esta entrada fue modificada por última vez en 14 agosto, 2017 15:11
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