Para los amantes del vino es indispensable conocer las virtudes de la conservación, y así mantener la esencia junto a su sabor luego de ser comprado. Si tenes una bodega en casa, sabrás que lo principal es mantener la oscuridad como aliado de la preservación del mosto.
El lugar para mantener el vino no debe presentar oscilaciones térmicas, y su temperatura debe mantenerse entre los 10 y 16 grados. La cocina no es el lugar ideal a causa de las variaciones constantes de la temperatura, cada vez que se prende la hornalla; los subsuelos o bodegas es poco probable que estos cambios sucedan, convirtiéndose en el espacio correcto para guardar un vino.
Un factor determinante para la buena preservación del mosto es la ventilación que alejará al vino de otros olores. También debe estar en un entorno sin humedad, ya que esto origina la proliferación de hongos.
El vino debe estar en reposo de la misma forma que nuestro cuerpo duerme en las noches. Nada puede perturbar su estado estático, ya que las vibraciones pueden alterar el sabor del morapio. Para mantener su exquisito sabor, es indispensable colocar los vinos con corcho en posición horizontal, para impedir que el tapón se seque y pierda elasticidad; si esto llegase a ocurrir, entraría el oxígeno y podría oxidarse.
La luz es un enemigo del vino tinto al ocasiona reacciones químicas que perjudican el sabor. Es aconsejable mantenerlo lejos del sol lo más que se pueda, incluso ante de la degustación, ya que se generaría una oxidación en el vino y degradaría su calidad. Si debe guardarlo cerca de un lugar con luz solar, asegúrese de que se encuentre en un mueble cerrado o cajas.
Una consideración después de la compra, es el tiempo que desea resguardarlo en la bodega o en el lugar de su elección. Dependiendo de la valoración del vino, el tipo de crianza y el envejecimiento que desee darle, este podría esperar entre un año y hasta 15 años para que sea consumido.
Se debe hacer una salvedad sobre la diferencia de guardar los vinos según la ocasión. En el caso de que las botellas de vino sigan cerradas y su tapa sea de corcho, es conveniente mantenerla de forma horizontal. Pero cuando ya la botella está abierta, sólo existe un modo de conservarlo: en posición vertical.
Si el vino está consumido casi en su totalidad, se coloca en posición horizontal; de otro modo aumentaría el contacto del aire con la superficie del vino y acelera su degradación. Si el vino se sacó de la vinoteca para ser bebido, es importante no dejarlo más de 21 días sin consumir fuera de la barrica, ya que el proceso de descomposición se incrementa aún más hasta dañar el vino.
¡No olvides dejar tu comentario!