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Categorías: Cocina Internacional

Perú y Japón: influencias culinarias de la inmigración

“Los japoneses fuera de Japón” empezaron a preparar sus recetas típicas con los frutos del país andino como es el caso del limón, ajo, rocoto, ají panca, ají amarillo y ají limo, generando esta interesante fusión gastronómica llamada "Nikkei"

La inmigración de japoneses hacia Perú creó un éxodo cultural que buscaba una identidad en otras tierras, siendo la cocina su única conexión con su nuevo hogar.

Nikkei es la denominación a estos inmigrantes y sus descendientes en suelo peruano, que desarrollaron sus platillos típicos con innovadores ingredientes.

Lo que inició como un proceso de adaptación a una nueva realidad, se convirtió en una tendencia culinaria de vanguardia, al introducir los mariscos y pescados como platos principales en un país donde el pollo y la carne eran la costumbre.

Esto fue el comienzo de la comida fusión, una mezcla de sabores, ingredientes y técnicas de cocina de diferentes países.

“Los japoneses fuera de Japón” empezaron a preparar sus recetas típicas con los frutos del país andino como es el caso del limón, ajo, rocoto, ají panca, ají amarillo y ají limo, generando esta fusión gastronómica.

La modernización y expansión de la nación nipones creó la “peregrinación” de más de 36.000 japoneses en Perú entre 1868 y 1912, pero no fue hasta principios de los 80 que se internacionalizó uno de los platos tradicionales de este mestizaje: el pulpo al olivo.

Rosita Yimura, una de las principales exponentes de la comida Nikkei, fue la creadora de este platillo, que se prepara con un pulpo bañado en crema de oliva, huevo, limón y aceitunas.

Humberto Sato también formó parte de la fundación del Nikkei como sello gastronómico de Perú, al incorporar los elementos del mar a su cocina, donde predominó la receta del chita al shoyu, una presentación a base de salsa de soya acompañado por cebolla china o pimiento rojo.

Además, era el dueño de un restaurante que se convirtió en referencia de esta fusión, la “Costanera 700”, un local especializado en recetas con frutos marinos que recibió a los más destacados visitantes como Alberto Fujimori.

Los japoneses consideran al nabo como ingrediente fundamental en sus menús tradicionales, pero tuvo que ser reemplazado por la mostaza en Perú. Además, incluyeron el ají peruano y el pisco como base de sus comidas.

El tacu tacu es el plato que identifica a esta tendencia culinaria con más claridad. Esta receta contiene una pasta de arroz junto a una especie de frijoles, que estarán cubiertos de una salsa de mariscos con ingredientes japoneses como el sake y de soja.

“La Buena Muerte” es uno de los primeros locales que nace de esta trasculturización, donde Minoru Kunigami comercializó el kamaboko, una especie de tamal de pescado.

Los exponentes de la cocina japonesa-peruana afirman que el ceviche tal y como se conoce, contiene influencias orientales.

La antigua preparación de este platillo era macerar el pescado por un tiempo determinado, mientras que el cebiche actual sale fresco, con un tope de una hora para la cocción en el jugo de limón.

En la transición migratoria también se unieron los chinos, que tuvieron su propia fusión gastronómica conocida como Chifa. Sin embargo, existían costumbres culinarias similares al país andino, como el consumo de arroz y la salsa de soya, que facilitó su adaptación al país que los adoptaba.

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Esta entrada fue modificada por última vez en 10 diciembre, 2016 00:59

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Stephanie Lozada

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Publicado por
Stephanie Lozada
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