Una selección de tiraditos, ceviches, sashimis, nigiris y hosomakis en sus versiones más creativas, por dentro y fuera de carta, forman un recorrido de cautivante sabor que invita a compartirse entre 2 o 4 personas, en el reconocido restaurante de cocina nikkei.
Sentarse frente al Omakase de Osaka es un regalo para la vista y para el paladar. Es una invitación a degustar una selección de platos de la barra de sushi y ceviches de este reconocido restaurante de cocina nikkei, cuidadosamente realizada por el chef. Además, la propuesta, para compartir entre 2 o 4 personas, incluye novedades por fuera de carta que permiten conocer las últimas creaciones de esta cocina en constante evolución: son tiraditos, ceviches, nigiris, sashimis y hosomakis que cautivan.
A su vez, el Omakase supone un contrato implícito entre el chef y el comensal, en el cual el segundo confía en la expertise del primero y se deja llevar a cambio de la elección, por parte del chef, de los productos más frescos y de estación, de los platos más creativos y de algunos sabores nuevos en una combinación que garantiza el asombro. Así, con una variedad que incluye dos propuestas de cada sección de esta barra, pueden degustarse tiraditos como el Sake Lime, de salmón con trufa blanca, piel de lima y sal y ceviches como el Wasabi, de pulpo, langostino, pescado blanco en ligera salsa cítrica al wasabi o el Osk, de truchón, ikura, batata frita y ponzu ahumado.
Entre las selecciones de sushi pueden aparecer sashimis, clásicos pero con algún giro creativo de esta cocina, nigiris como el Yuzu Beef, con wagyu a la parrilla, yuzu kosho, negi y lima o el Chalaquita Shrimp, con langostinos, ajíes confitados y chalaquita de masago. Entre los hosomakis, unos rolls más delgados que los makis ofrecidos por fuera de carta, pueden presentarse combinaciones como langostinos con palta o centolla y pepino, por ejemplo.
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