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Gastronomía

La rotisería de barrio a La Vuelta

“Vamos a comer acá a la vuelta” tiene un nuevo significado desde la apertura de La Vuelta, el acogedor rincón de Caballito que abrió recientemente en la calle Pedro Goyena, en el corazón de Caballito. Se trata de una encantadora rotisería de barrio donde, además de comprar para llevar, se puede disfrutar en el salón su cocina cien por ciento casera desde el desayuno hasta la cena en un ambiente muy bien cuidado.

“Vamos a comer acá a la vuelta” tiene un nuevo significado desde la apertura de La Vuelta, el acogedor rincón de Caballito que abrió recientemente en la calle Pedro Goyena, en el corazón de Caballito.


La Vuelta es una encantadora Rotisería de barrio donde, además de comprar para llevar, se puede disfrutar en el salón su cocina cien por ciento casera desde el desayuno hasta la cena en un ambiente muy bien cuidado.

Una entrada de vidrio y metal en color crema, que reza “ROTISERÍA”, transporta al pasado en el acto, a los almacenes y pulperías de antaño donde se servía soda en sifón y se comía abundante. Al cruzar ese umbral del tiempo, se hace presente un ambiente más moderno, impecable y despejado, de líneas bien definidas y donde predominan los colores claros y lisos, y los muebles funcionales. El piso liso de cemento gris y las paredes claras revestidas por azulejos blancos y líneas negras, junto con la fachada vidriada, aportan gran luminosidad al ambiente, que es del tamaño ideal para ser acogedor pero cómodo. A la izquierda, una barra de madera contra la pared invita a sentarse en las banquetas altas para comer al paso y de forma más descontracturada, o aguardar cómodamente el pedido para llevar a casa. A la derecha, una hilera de mesas para dos personas, con sillas de un lado y un largo banco de madera empotrado en la pared, son ideales para compartir un momento en compañía. Los detalles en madera aportan calidez al ambiente, contrastando y a la vez complementando los tonos predominantes del lugar.

Completan el espacio los detalles en vinilo negro y las pizarras negras en las paredes, donde se pueden leer las opciones del menú, y un rincón donde se exhiben botellas de vino. El recorrido continúa cruzando una puerta de vidrio que conduce a un hermoso patio interno con dos hileras de mesas para dos personas, que mantiene la línea de colores claros y lisos, conservando un ambiente descongestionado que crea un mundo aparte e invita despejar la mente y olvidarse del ajetreo de la ciudad. Detalles de plantas en las paredes terminan de dar el toque final y aportan color y alegría a esta hermosa rotisería.

La carta se divide en distintas categorías: entradas, minutas, ensaladas, empanadas, carnes y pastas son las opciones saladas para elegir. Dentro de las entradas, se destacan la tortilla de papas, que sale babé, los mejillones a la provenzal y los escabeches: de berenjena y de pollo ahumado. Las ensaladas son una excelente opción para salir de las convencionales. Las hay de calabaza confitada, tomates secos marinados, brotes de rabanito, boconccinos, rúcula, maíz cancha y vinagreta de miel y maíz, y de vegetales grillados, tomate asado, papines andinos, chauchas, huevo poché y vinagreta de aceto y oliva. También hay Caesar, pero con una vuelta de rosca: además del tradicional pollo con croutons sobre colchón de verdes, en La Vuelta se sirve con panceta ahumada casera. Dignas de mención son también las empanadas, fritas o al horno y de originales sabores: ternera, cebolla y verdeo; pollo ahumado y tomate; espinaca, hongos portobello y queso; y cerdo estilo oriental (jengibre, cebolla, verdeo, teriyaki). En la sección de minutas, las protagonistas son las milanesas de pollo y de ternera en tres versiones: solas, a la napolitana o a la suiza. Las pastas, totalmente caseras, incluyen penne rigate, lasagna, ñoquis de calabaza y sorrentinos de ricota, nuez y parmesano. Un capítulo aparte son las carnes: entraña a la parrilla, ojo de bife, bondiola braseada al horno por 4 horas, pollo ahumado y salmón rosado son las opciones más prominentes.

Todas las carnes ahumadas se cocinar en kamado, un horno de barro y parrilla de origen japonés cuyo origen data de 1700 años atrás y logra cocciones inigualables. Para acompañar presentan una interesante variedad de guarniciones, como purés, vegetales grillados, papas fritas, al horno, rellenas o a caballo. Finalmente, pero no menos importante, en la sección de postres se pueden encontrar opciones super caseras como tiramisú italiano, mousse de chocolate, budín de pan y un tentador flan de naranja y caramelo.

Para acompañar estos manjares caseros, La Vuelta Rotisería ofrece, además de las clásicas bebidas sin alcohol, cerveza tirada Filidoro, variedad de vermouth, Aperol Spritz y una excelente carta de vinos con una delicada selección.

Además, para completar la propuesta, los fines de semana hay brunch.  Luego del brunch, La Vuelta descansa, cierra los lunes para recargar energías para la nueva semana, que comienza desde las 9, con opciones para desayunar, y continúa hasta la noche.

Como iniciativa para incentivar y premiar el cuidado del medioambiente, la Rotisería ofrece un descuento a quienes opten por comprar comida para llevar y traigan su propio tupper. También contarán con bolsas de tela a la venta y descuentos para quienes las lleven al hacer sus compras allí. Además, quienes deseen disfrutar de La Vuelta sin salir de sus casas, podrán optar por su servicio de delivery propio.


La Vuelta

Dirección: Av. Pedro Goyena 583, Caballito.

Horario: Martes a domingos de 09 a 24 hs.

Teléfono: 7520.9264

Instagram: @lavueltarotiseria

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Esta entrada fue modificada por última vez en 21 octubre, 2020 11:31

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